Todo comenzó como una idea loca en mi cabeza. Siempre he sido muy aplicada en mis estudios y mientras trabajaba a tiempo completo como asistente administrativo, buscaba aprender cosas nuevas. En mi tiempo libre, tomé varios cursos de maquillaje, lo que despertó en mí pasión por el arte. Luego en un espacio pequeño en casa de mi hermano comencé a ejercer como maquillista profesional a tiempo parcial.

 

Sin embargo, la vida nos cambió drásticamente cuando mi padre sufrió tres derrames cerebrales. Desde ese momento, nuestras vidas se transformaron por completo. Lo que antes era una rutina estable se convirtió en un constante desafío, enfrentándonos a incertidumbres y pruebas diarias. Ver a un ser querido pasar por algo tan devastador nos hizo reevaluar nuestras prioridades, adaptarnos a una nueva realidad y descubrir una fortaleza que no sabíamos que teníamos. A pesar del dolor, este proceso nos recordó el valor de cada momento y la importancia de estar presentes.

 

Tras el fallecimiento de mi padre, me hizo reflexionar si realmente estaba donde deseaba. Descubrí que en el campo de la belleza era lo que me apasionaba. Luego me di a la tarea de observar la necesidad de las clientas, lo cual descubrí que le daban mucha importancia a tener unas cejas bien arregladas. Fue entonces cuando comencé a investigar sobre la depilación de cejas y abrí un nuevo camino hacia la epilación.

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Llego la pandemia y en varias conversaciones con amistades me hicieron ver mi gran potencial. Entonces tome la decisión de renunciar a mi trabajo para dedicarme a mi emprendimiento a tiempo completo. Me especialicé en la epilación y, posteriormente, en la micropigmentación. Así fue como comenzó toda esta aventura y mi pasión por salir adelante. 

 

D’Lavelle Studio marco un nuevo comienzo. Este nace de la palabra francesa "Lavelle", que significa "alma". Siempre me ha cautivado esta palabra, especialmente porque mi padre era el alma de todas las reuniones, y dicen que me parezco a él. Por esta razón, siento que la palabra "Lavelle" se quedó grabada en mi mente, además de mi obsesión por el francés y por que suena elegante.